Lo primero que la gente suele preguntar al comprar una cinta de correr es: "¿Cuál es la diferencia entre las cintas de correr domésticas y las comerciales ?". A primera vista, pueden parecer iguales. Ambas tienen un motor y una banda que permite caminar o correr sin moverse del sitio.
Los cambios son evidentes de inmediato, pero son más significativos de lo que la mayoría cree. Es fundamental conocer los detalles al montar un gimnasio en casa o seleccionar equipos de gimnasio con capacidad para un gran número de personas. A la larga, ahorrará tiempo, dinero y estrés.
Empecemos por los huesos. Hay una gran diferencia entre las cintas de correr domésticas y las cintas de correr profesionales, y está en el cuadro. Esto se debe a que las bicicletas comerciales están diseñadas para usarse a diario. La mayoría de las veces, sus cuadros están hechos de acero reforzado. Esto las hace más pesadas, resistentes y más capaces de soportar impactos durante largas horas. Están diseñadas para durar, tanto para la máquina como para quien la usa.
Las cintas de correr domésticas, por otro lado, solo están diseñadas para usarse ocasionalmente. No son débiles, pero no están diseñadas para soportar el maltrato de 20 personas diferentes a diario. Suelen tener estructuras más ligeras, fáciles de mover y, a veces, plegables. Por eso, funcionan mejor en habitaciones pequeñas o lugares donde se necesita mover objetos.
Pero al ser más ligera, pierde estabilidad al correr más rápido o dar pasos más largos. Este cambio de estructura es importante si quieres correr a diario o si pesas más de lo normal. Una cinta de correr doméstica podría tambalearse o romperse más rápido con tanta tensión, pero una cinta de correr para el trabajo se mantiene firme.
Al preguntar cuál es la principal diferencia entre las cintas de correr domésticas y las comerciales, la velocidad es otro factor importante. La mayoría de las cintas de correr comerciales tienen motores potentes de entre 3,5 y 5 caballos de fuerza. Los motores de estas máquinas están diseñados para funcionar durante horas sin sobrecalentarse. Por eso se pueden ver funcionando fácilmente incluso usándolas repetidamente en un gimnasio.
La mayoría de las cintas de correr domésticas tienen motores de entre 1,5 y 3 caballos de fuerza. Esto es suficiente para la mayoría de las personas, especialmente si solo caminan o trotan por periodos cortos. Pero si corren mucho o planean entrenamientos largos a diario, ese motor más pequeño podría no ser suficiente. Podría calentarse demasiado, moverse más lento o incluso averiarse antes.
Esto también cambia la forma de controlar la velocidad y la pendiente. Las máquinas comerciales pueden cambiar de velocidad más rápidamente, mantener mejor el ritmo y recuperarse más rápido después de un uso intensivo. Algunos modelos domésticos pueden tardar un poco en ajustar la velocidad o mantener la inclinación constante durante entrenamientos intensos.
Ambos tipos ofrecen cierta amortiguación para mayor comodidad, pero no toda es igual. Las bandas y plataformas de la mayoría de las cintas de correr comerciales son más grandes y largas. Para las personas más altas o con zancadas más largas, ese espacio adicional hace que correr se sienta más natural. Cuando se usan repetidamente los modelos comerciales, el acolchado también está diseñado para absorber los impactos. Se sentirá más suave y tersa, lo cual es mejor para las articulaciones.
Debido a que las cintas de correr domésticas son pequeñas, las superficies de movimiento y las bandas tienden a ser más estrechas. Quienes necesitan más espacio para los pies no deberían usar estas zapatillas si quieren correr o trotar suavemente. Para reducir el precio y el tamaño, algunas cintas de correr domésticas no cuentan con amortiguación avanzada.
Uno de los aspectos más importantes a considerar al saber la diferencia entre las cintas de correr domésticas y las profesionales es la salud de las articulaciones. Puede que cueste más, pero una cinta de correr profesional protegerá mejor las rodillas a largo plazo.
Los andadores comerciales son como pequeñas computadoras con televisores integrados. A menudo, cuentan con grandes pantallas táctiles, acceso a internet, seguimiento de entrenamiento y aplicaciones completas de fitness. Incluyen monitores de frecuencia cardíaca, ventiladores, altavoces Bluetooth y, a veces, incluso Netflix. Los gimnasios lo hacen porque quieren que la gente vuelva.
Las máquinas para casa no tienen tantos extras. La mayoría tienen una pantalla digital sencilla, modos de entrenamiento preconfigurados y, con suerte, Bluetooth. Por eso no están mal. A mucha gente le gusta su sencillez. Puedes empezar más rápido si no cambias demasiados ajustes.
Por otro lado, los modelos comerciales son mejores si buscas entrenamientos más inmersivos o un seguimiento exhaustivo de los datos. Si quieres saber cuál es la diferencia entre las cintas de correr para casa y para el trabajo, una respuesta es qué tan tecnológico quieres que sea tu entrenamiento.
Hablemos de dinero. Las bicicletas comerciales son muy caras. Los precios pueden oscilar entre $3,000 y más de $10,000. Es una inversión considerable. Pero las garantías son más largas, las piezas son más resistentes y duran más. Si gestionas un gimnasio, el coste adicional tiene sentido.
Es mucho más barato comprar una máquina para casa. La mayoría de las buenas cuestan entre $500 y $2,000. Generalmente, vienen con garantías a corto plazo y son fáciles de reemplazar. Pero, al ser baratas, tienen menos potencia, menos funciones y una vida útil más corta si se usan mucho.
En este caso, conocer la diferencia entre las cintas de correr para casa y para el trabajo puede ayudarte a decidir dónde invertir tu dinero. Una máquina para casa es suficiente si solo quieres caminar unas pocas veces a la semana. Un modelo comercial, en cambio, merece la pena si entrenas a diario o necesitas algo que soporte el tráfico constante.
Conclusión
¿Cuál es la diferencia entre una bicicleta para uso doméstico y una para uso profesional? El porqué y su tamaño son importantes. Más económicas, ligeras y diseñadas para uso personal en espacios reducidos, las cintas de correr para el hogar son una buena opción. Son ideales para entrenamientos ligeros y para el uso diario.
Las cintas de correr comerciales son como tanques, con estructuras más resistentes, motores más grandes, mejor acolchado y más funciones. En clubes concurridos, están diseñadas para funcionar todo el día y ayudar a mucha gente. Antes de comprarla, debes pensar con qué frecuencia la usarás, qué funciones necesitas y cuánto tiempo quieres que dure. No se trata de qué opción cuesta más, sino de cuál te funciona mejor.
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